En los últimos meses, en colaboración con los artesanos orfebres de TEMATIKA Museum Replicas (https://www.tematika.es/eshop/es/), el equipo de Ergasteria ha trabajado sobre uno de los aspectos menos conocidos de los procesos de producción de los envases cerámicos de transporte fabricados en la Bahía de Cádiz en la Antigüedad. Desde hace ya varias décadas, excavaciones y hallazgos puntuales en la propia bahía y fuera de ella han ido proporcionando un creciente conjunto de marcas, selladas antes de la cocción, que incluyen motivos alusivos a múltiples temas, aunque destaca el nutrido grupo que se relaciona con temas vinculados a la pesca y salazón del atún y a la representación de alfareros. 

Sin embargo, a pesar de haberse encontrado cantidades significativas de ánforas estampilladas en alfares como Torre Alta (con dataciones en los siglos III-II a.C.), no se ha podido determinar cuándo se estampaban estas marcas antes de que los envases tuviesen completamente secos, ni qué tipo de herramientas se utilizaban para sellar. Entre las líneas de actuación de Ergasteria nos propusimos tratar de arrojar luz sobre estos aspectos a partir de un estudio experimental, tratando de replicar tanto los posibles soportes de los sellos (anepígrafos o epigráficos) como determinando el momento en el cual se habrían estampado. Para ello, el proyecto ha producido réplicas de sellos de madera, de cerámica y de metal (en forma de anillos signatarios, con la inestimable participación de TEMATIKA), que reproducen diferentes tipos de sellos posibles, basados en el registro arqueológico local o en paralelos del mundo mediterráneo de la época. Estos sellos se han estampado sobre réplicas de ánforas o cilindros similares a ellas, torneados por los investigadores del proyecto, monitorizando las fases de secado y la obtención de resultados óptimos. Todo ello ha permitido determinar que los sellos fueron probablemente estampados en los alfares púnicos no mucho después de finalizar el torneado, en el llamado «estado de cuero» de las cerámicas o poco después, aplicando una presión moderada con el fin de no deformar las paredes de los envases. Los anillos metálicos (o con gemas labradas en piedras preciosas o semipreciosas) han demostrado ser los mejores soportes, con motivos de más calidad y detalle, y más facilidad de limpieza y durabilidad a largo plazo. Se trata de una línea en desarrollo que promete aportar muchas novedades en este sentido en los próximos años.
 

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